martes, 11 de agosto de 2009

Prom 29: Roma en Londres


Vuelvo de mis cortas vacaciones londinenses y aunque no sé si queda por ahí alguien dispuesto a leer esto o estáis todos de vacaciones en alguna playa paradisíaca me dispongo a contaros mi experiencia en el Prom 29 el pasado martes 6 de agosto. Supongo que ya lo sabréis, pero por si no es así os explicaré muy por encima lo que son los Proms. Organizados por la BBC cada verano, su nombre completo es Henry Woods Promenade Concerts, y reciben este nombre porque originalmente fueron pensados para que los asistentes pudiesen pasear por el Royal Albert Hall mientras disfrutaban de la música. Hoy en día ya no se pasea, más que nada porque el éxito de asistencia hace que el público que compra las entradas de pie (al módico precio de cinco libras, cinco euros y medio al cambio) abarrote la platea, de forma que se limitan a permanecer en su sitio en un admirable silencio (qué gozada, un público silencioso).

Vivica Genaux

El Prom al que yo asistí tenía un hilo conector: Roma. La BBC Philarmonic dirigida por Gianandrea Noseda era la protagonista del programa, contando con la lujosa colaboración de la mezzo Vivica Genaux, que cantó dos arias de Rossini. El concierto empezó con la Sinfonía Nº4 en La mayor "Italiana" de Mendelssohn, interpretada con suma corrección por una reducida orquesta en la que quizá se echó en falta algo más de sentimiento en los pasajes más líricos, en los que Noseda prefirió la contención a la emotividad. Para cerrar la primera parte, Vivica Genaux cantó Mura felici... Elena! oh tu, che chiamo de La donna del lago y el rondó final de La Cenerentola. Aunque mi posición en el recinto, detrás de la cantante, no me permitió analizar con toda la claridad que hubiera sido deseable su canto y las características de su voz, sí he de destacar la facilidad con la que resolvió las agilidades y sobre todo cómo su voz llenó la inmensidad del Royal Albert Hall, una sala con capacidad para 8000 espectadores, que se dice pronto.

Sir Peter Maxwell Davies

La primera parte fue muy buena, pero el verdadero espectáculo llegaba con las dos obras de la segunda parte, ambas pensadas para una orquesta de tamaño muy superior, con una nutrida sección de percusión y que hacían un uso intensivo del impresionante órgano de la sala, el más grande del Reino Unido, dicho sea de paso. La primera de estas obras, estrenada en 1998 e interpretada por primera vez en el marco de los Proms, fue Roma amor de Sir Peter Maxwell Davies, quien se encontraba presente en la sala y salió a saludar tras su interpretación. La segunda obra, mucho más conocida, fue los Pinos de Roma de Ottorino Respighi. Ambas obras son colecciones de retratos sonoros de la capital italiana en las que podemos encontrar melodías populares, el ruido del tráfico, las campanas de las iglesias o el canto de los niños jugando en un parque, por ejemplo. Ninguna de ellas se acerca en calidad a la obra de Mendelssohn, pero ambas resultaron plenamente disfrutables por el uso que hacen de las sonoridades orquestales, algo que pude disfrutar desde una posición privilegiada, pues estaba sentado justo encima de las butacas del coro, con los músicos y el órgano a escasos metros. Aquí sí me gustó sin paliativos la dirección de Noseda, muy eficaz contolando el impresionante caudal sonoro de la orquesta y muy expresivo. Quizá por lo inesperado, me gustó especialmente la obra de Maxwell Davies, una interesante fusión entre lo moderno y lo clásico, tal cual la propia ciudad de Roma.

Podéis escuchar este Prom, al igual que el resto de los que se ofrecen diariamente en el Royal Albert Hall, en la página de la BBC Radio 3. Pinchad en los siguientes links si estáis interesados:

7 comentarios:

Kenderina dijo...

Espero que hayas cargao las pilas de vacaciones !

Es lo que tiene Londres, que siempre hay algo bueno para ver..hasta en Agosto :)

Mimenor dijo...

¡Bienvuelto, Imperator! Aún quedamos almas en pena por estos lares, contentas de que no nos descuidéis. Me alegra que hayas disfrutado de la experiencia de los proms. El año pasado me tocó, con la Pasión s/ S. Juan. Alucinante ver a toda la gente de la arena, de pie, muchísimos de ellos siguiendo la obra con la partitura. Eso sólo lo he visto hacerlo en Valencia a Brotons, y la gente lo señala, jaja. También allí aprendí que es superlovely (gracias Joaquim) llevarse el termo del té con las pastas sin perder la flema británica ni un ápice. Una buena costumbre que hemos importado recientemente en los entreactos del Anillo y que espero que dure.
Y encima con Vivica, a la que tengo una gana de oír...
Estos días estaré por Burriana de turismo local.
Me alegro de vuestra vuelta.

Barbebleue dijo...

Aquí seguimos, Imperator, a pie de obra manteniendo la tramoya.

Curioso lo que comentas de la Genaux; en Santiago dC su voz apenas llegaba a la fila 4 en una sala de mil localidades. Eso sí, bella era, la voz y la presencia; y sabedora de ello, también.

Bienvuelto!

Joaquim dijo...

Aquí al pié del cañón.
Hola Titus, de vacaciones también te leo. Yo no escribo, pero os leo, al menos hasta el sábado, luego hasta el regreso.
La voz de la Genaux no llenó el Liceu, con unas dimensiones mucho más reducidas que esa inmensa plaza cubierta, que es el Royal Albert Hall. ¿No habría micros?
Interesante programa y Noseda siempre que le he visto dirigir, me ha gustado mucho.

Titus dijo...

Kenderina, es cierto, aparte de los Proms había una variada oferta de conciertos muy interesantes.

Mi, ¿en Burriana? Ya te llamaré a ver si podemos coincidir y nos tomamos un café del temps.

Barbe y Joaquim: No, no había micros, yo fuí el primero que los esperaba. También me esperaba que su voz se intuiría más que se escucharía, pero no, se escuchó bien. He leído crónicas en la prensa británica que lo confirman, es de suponer que los cronistas estaban situados en las butacas de delante de la cantante, al final de la inmensa platea/patio central. Yo estaba en una posición muy mala para juzgar su voz porque la proyectaba hacia el otro lado, pero escucharla, la escuché. Quizá la peculiar sonoridad del Royal Albert Hall la ayudó, que el recinto sea grande no tiene por qué ser malo si la acústica es adecuada, aunque esto son ya suposiciones.

Atticus dijo...

Mu güenas, Imperator. Los que seguimos currando pero muy pronto vacacionaremos, le saludan.

Me ha sorprendido también tu comentario de Genaux. No he tenido la ocasión de escucharla en directo, pero, aunque me encanta su voz, siempre había leído comentarios acerca de la pequeñez de su instrumento (vocal).

Ya ves, Mime, nosotros pensando que nuestros pic-nic de los entreactos de Les Arts eran más bien del tipo agropijo, y resulta que son superlovely british

Titus dijo...

Los agropijos no se llevan picnics, prefieren pagar un pastizal para que les den un plato reutilizado con tres miserables canapés. Lo de reutilizado es cierto, lo vió my brother en la Valkiria dominguera, un camarero cogía platos vacíos y sin lavarlos ni nada les ponía canapés encima y los volvía a repartir.

Lo que es superlovely es el silencio del público. Casi 8000 personas, muchas de ellas de pie, y no se oía ni una mosca mientras la música sonaba. Eso sí, entre movimiento y movimiento, medio minuto para que todos pudiesen toser a gusto. A ver si aprenden las Mimís y Violetas Valery que pueblan nuestros teatros.