miércoles, 31 de diciembre de 2008

Un finale y una obertura


Acaba el 2008, que para mí ha sido el año del blog. Aunque lo empecé a finales del 2007, ha sido durante este año que El imperio de los sinsentidos ha ido adquiriendo su personalidad y ha ido convirtiéndose en lo que es ahora. También ha sido durante este año que muchos de los que estáis leyendo estas líneas lo habéis conocido y gracias a eso yo os he conocido a vosotros, y eso ciertamente ha sido lo más positivo que este blog ha podido aportarme.

Vamos a cerrar el año como corresponde a un blog en el que la ópera es el eje fundamental, con un finale, uno de mis preferidos, el de Das Rheingold, de Richard Wagner, en una versión histórica: la del anillo del centenario, con dirección musical de Pierre Boulez y escénica de Patrice Chéreau. Escuchar esto en el Palau de les Arts hace un par de años y ver la espectacular entrada de los dioses en el Walhalla tal y como lo concibió La Fura dels Baus ha sido una de las experiencias musicales más intensas de mi vida.


Vídeo de Trisolde

Y por supuesto, empezaremos el 2009 con una obertura. Tras la trascendencia de Wagner, pasaremos a la ligereza de la obertura de Candide, de Leonard Bernstein, que nos hará empezar el año con buen humor.


Vídeo de GeneralIDAS

¡FELIZ AÑO 2009!

martes, 30 de diciembre de 2008

Garanca canta Chapí

Habrá que empezar a ponerse zarzueleros, que dentro de nada tenemos El rey que rabió en Les Arts. Qué pereza, ¿verdad? Venga, vamos a escuchar a Elina Garanca cantando las carceleras de Las hijas de Zebedeo, también de Chapí, a ver si así nos vamos animando. La acompaña la Orquesta del Concertgebouw dirigida por Mariss Jansons.


Vídeo de kovezett

domingo, 28 de diciembre de 2008

Domingo traerá The Fly al Palau de les Arts

ATENCIÓN:
ESTA ENTRADA ES UNA INOCENTADA
No creer si no es 28 de diciembre

Así quedaría Domingo si interpretara The Fly.
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El tenor Plácido Domingo, quien dirigió el estreno absoluto de la ópera The Fly (La mosca) este verano en el Théâtre du Châtelet de París, ha confirmado que dicha ópera estará presente en la temporada 2010-2011 del teatro valenciano.

The Fly, con música de Howard Shore (autor de la banda sonora de El Señor de los Anillos) y libreto de David Henry Hwang, está basada en la película homónima del director canadiense David Cronenberg, quien se encargó de la dirección de escena en el estreno parisino el pasado mes de julio. Esta misma producción, a cargo de la Ópera de Los Angeles, será la que visitará el Palau de les Arts, según declaraciones de Domingo.


Pero lo realmente sorprendente viene ahora. A la pregunta sobre el reparto programado para dicha ópera, Domingo contesta: "Intentaremos traer el mismo reparto que estrenó la obra en París, un grupo de cantantes jóvenes pero muy solventes a los que conozco muy bien, pues suelo contar con ellos en las temporádas de la Ópera de Los Ángeles, de la que soy Director General desde el 2000. Sin embargo, es previsible que haya cambios, pues hay cantantes que tienen sus agendas muy ocupadas. Yo mismo podría dejar la dirección en otras manos e interpretar el papel principal." Ante la sorpresa del entrevistador, Domingo dice: "Mi intención es dirigir la obra, como ya hice en París, pero si Daniel Okulitch (el barítono que cantó el papel de Seth Brundle en el estreno) no está disponible, es probable que sea yo mismo quien interprete ese papel. Será todo un reto, no tanto por la tesitura de barítono como por las diversas acrobacias que hay que ejecutar una vez ha tenido lugar la transformación del científico en mosca. Aún así, mi primera intención es la de dirigir la obra." Preguntado acerca de su faceta como director, Plácido Domingo deja caer otra perla: "Es una faceta que quiero potenciar. Aún me siento con fuerzas suficientes para cantar, pero creo que mi futuro pasa cada vez más por la dirección de orquesta. Creo que puedo aportar mucho en este mundo, debido a mi experiencia como cantante. Pocos directores han estado tanto en el podio como sobre las tablas, y eso se nota. Espero recibir cada vez más ofertas para dirigir óperas, y quizás pueda ayudar a rellenar el hueco que va a dejar el maestro Maazel en Valencia".

Para ver más información sobre The Fly, pinchar AQUÍ.

Para leer la entrevista completa a Plácido Domingo, pinchar AQUÍ.

viernes, 26 de diciembre de 2008

L'escalier du diable, de György Ligeti


Le prometí a Pilar que en cuanto pudiera volvería a traer por aquí algo de música contemporánea y hoy puedo, así que voy a hacerlo. La pieza que he elegido es uno de los Études pour piano del compositor rumano György Ligeti, concretamente el número 13, titulado L'escalier du diable. En un foro de pianistas en el que me he metido buscando información sobre la pieza he encontrado una opinión sobre el autor que me ha gustado, y es la siguiente: Ligeti es un genio moderno, como lo fue Beethoven, porque se cuela entre los huecos del tiempo, creando música que dura eternamente.


La interpretación corre a cargo de Greg Anderson. No os dejéis asustar por el principio del vídeo.


Vídeo de gnanderson

martes, 23 de diciembre de 2008

Mi felicitación navideña

Natividad, de Josefa de Óbidos (1630-1684)

Estamos en época de villancicos, lo cual es un horror, pero no siempre lo fue. Por ejemplo, en el siglo XVIII, el cubano Esteban Salas y Montes de Oca, uno de los mayores compositores de Latinoamérica y el primer músico cubano cuya obra se conserva en nuestros días, componía villancicos como este Qué niño tan bello que vamos a escuchar en la interpretación del Coro Exaudi de Cuba dirigido por María Felicia Pérez.

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!


¡Qué niño tan bello, qué esposo tan fiel,
qué madre tan virgen, ay Dios y qué tres!
¡Oh, cuanto tesoro se encierra en Bethlem!

Es tal su esplendor, que estudian en él
blancura el jazmín, púrpura el clavel.
¡Oh, cuanto tesoro se encierra en Bethlem!

Es tal la pureza del esposo fiel
que de la mayor, compañero fue.
¡Oh, cuanto tesoro se encierra en Bethlem!

De su digna esposa la alta candidez a Dios,
con ser Dios, le pareció bien.
¡Oh, cuanto tesoro se encierra en Bethlem!

A los tres señores prestemos pues
el alma y la vida con sumo placer.
¡Oh, cuanto tesoro se encierra en Bethlem!

El niño es divino, la madre sin par
y el esposo santo varón sin igual.
¡Oh cuanto de bueno encierra el portal!



Si os sale sonido pitufil, probad a pinchar AQUÍ para escuchar el villancico.

lunes, 22 de diciembre de 2008

L'arbore di Diana en Les Arts

Hoy he entrado por primera vez en el Teatre Martín i Soler, la sala del Palau de les Arts destinada a óperas de cámara y que hasta ahora sólo había acogido conciertos. Es una sala pequeña y con buena acústica, con visibilidad total desde todas las localidades y con una pendiente tan pronunciada y un foso tan pequeño que uno tiene la sensación de estar prácticamente encima de los cantantes, sobre todo cuando está acostumbrado a ver las óperas en la sala principal desde la última fila del cuarto piso.

Creo que también ha sido la primera vez que asisto a una representación sin haber escuchado ni una sola nota de la ópera en cuestión, y no es que no lo haya intentado, pero no he podido conseguir una grabación de ningún modo. Y es una injusticia, porque el público ha disfrutado mucho con la obra, por lo que me alegro de que haya planes para emitirla por Canal Nou y editarla en DVD. Tenía miedo, recuerdo que Il burbero di buon cuore, del mismo autor, fue apaleada por la crítica, que la consideró mayoritariamente un ladrillo, cuando se programó en el Teatro Real de Madrid. Sin embargo L'arbore di Diana me ha parecido una obra que realmente merece la pena, que entretiene a pesar de lo enrevesado del argumento (muy similar al de La flauta mágica, por cierto) y que contiene números muy logrados. Las comparaciones con Mozart, tratándose de Martín i Soler y de un libreto de Lorenzo da Ponte, son inevitables, y aunque es evidente que el genio musical de Mozart es inigualable, lo cierto es que Martín i Soler no le va muy por detrás en esta obra.

Antes que nada, mencionaré la puesta en escena de Daniel Slater, que con muy pocos medios consigue excelentes resultados. Una escalera de caracol por la que sube y baja el dios Amore, unos ventanales con persianas que se abren y cierran en determinados momentos, dos sofás (por llamarlos de alguna forma) que entran y salen de escena y tres puertas, esos son todos los ingredientes de esta producción, y bien usados dan para mucho.

La Orquestra de la Comunitat Valenciana, hoy reducida a su mínima expresión, estuvo dirigida por Rubén Dubrovsky. Es dificil valorar su labor cuando no se conoce la obra, pero en general me pareció una dirección correcta y sobria, lo que para algunos será elegante y para otros plano. Yo me cuento entre los primeros.

Vocalmente destacan la soprano y la mezzo que encarnan a la diosa Diana y al dios Amor, Ofelia Sala y Marina Comparato respectivamente. Ofelia Sala tuvo que enfrentarse al aria más difícil de toda la obra, Sento che Dea son io, con saltos interválicos y complicada coloratura de la que no salió del todo airosa. Es cierto que en ese aria dió lo mejor de sí misma, pero también es cierto que la coloratura no fue siempre limpia y que hubo algunas desafinaciones. Eso sí, habría que ver cuántas sopranos pueden hacerle justicia a tan enrevesada partitura. Una vez superada esta prueba, el resto de la obra no supuso ningún problema para ella y pudimos disfrutar de un final del primer acto y de todo un segundo acto muy bien cantados. Sin embargo, me gustó más Marina Comparato como Amore. Su voz es ancha, con más volumen y con un timbre muy atractivo, homogéneo en todos los registros. Su papel no es tan exigente como el de Diana en lo canoro pero sí en lo interpretativo, pues es quien lleva en todo momento el peso de la acción, y escénicamente Marina Comparato estuvo espléndida. Silvia Vázquez, Sandra Ferrández y Cristina Faus, muy bien como Britomarte, Clizia y Cloe respectivamente, papeles breves pero importantes para el desarrollo de la acción.

Entre los hombres, Christian Senn, a quien conocíamos por su Zoroastro en el Orlando de Haendel, se ha encontrado mucho más cómodo en una tesitura baritonal como es la de Doristo, un precursor del Papageno mozartiano. De los dos tenores, me quedo con el ruso Dmitri Korchak (Endimione) por la belleza de su voz y su elegancia en el fraseo. El ganador del concurso Operalia de este año, Joel Prieto (Silvio), sin hacerlo mal en ningún momento, perdía en la comparación, pero más por méritos de Korchak que por deméritos propios.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Kiri Te Kanawa en Castellón


Quien tuvo, retuvo. Eso es lo que piensa uno para consolarse cuando por el Auditorio de Castellón aparece una vieja gloria del canto operístico y se saca la entrada, más por mitomanía que porque crea que va a presenciar un buen concierto. Así, hace unos años asistí al concierto de Teresa Berganza, cuyas virtudes hoy por hoy apenas logran camuflar sus defectos, los lógicos en alguien de su edad. Ese mismo año también Raina Kabaivanska nos mostró lo que queda de una voz que en su día fue una joya y hoy apenas es un recuerdo. Sin embargo, Kiri Te Kanawa no ha venido a que contemplemos las ruinas de su voz, sino a hacernos disfrutar con lo que aún queda en pie, que no es poco. Le acompañó al piano Julian Reynolds.

El concierto empezó con tres arias barrocas (Caldo sangue de Scarlatti, Lascia ch'io pianga de Haendel, Io son quel gelsomino de Vivaldi), sabiamente elegidas por adaptarse bien a los medios vocales de la neozelandesa. Quizá por ser el inicio del concierto, quizá por tratarse de un estilo que no le es del todo cómodo, fue en estas arias donde su voz sonó más ajada. Sin embargo, los dos siguientes bloques, dedicados a lieder de Strauss y a una selección de Les nuits d'eté de Berlioz, fueron antológicos. A destacar un extático Morgen en el que su voz brilló con su famoso resplandor plateado y Le spectre de la rose, con un tono lánguido que es idóneo para el lucimiento de la artista.

Tras la pausa, un bloque dedicado a Puccini, otro a los Chants d'Auvergne de Canteloube y para cerrar el concierto al gusto anglosajón, dos canciones navideñas (White Christmas y I'll be home for Christmas) y el Pie Iesu del Requiem de Andrew Lloyd Webber. En los dos primeros bloques estuvo muy bien, aunque sin llegar nunca al momento mágico que habíamos alcanzado con Strauss, y el tercer bloque fue algo totalmente anticlimático, sobre todo el Pie Iesu, una pieza que no hay por donde cogerla.

En los bises contentó a todos, primero con un O mio babbino caro previsible y bastante rutinario pero que fue acogido con delirio por gran parte del público y por último con Io son l'umille ancella, que sirvió para despertar a los que llevábamos adormeciéndonos desde que acabara con la música de Canteloube. Sólo lamento que no cantase nada de Mozart, el compositor que mejor le sienta a su voz y a su estilo junto con Strauss.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Gracias a todos


Gracias a todos los que entráis en este blog porque sin vosotros no existiría El imperio de los sinsentidos. Gracias a los que dejáis comentarios porque vuestra opinión ha convertido mi pequeño imperio solitario en un lugar de encuentro entre amigos. Gracias a los que no dejáis comentarios porque sé que estáis ahí y que a veces incluso os interesan las opiniones de este humilde aficionado. Gracias a todos porque habéis conseguido que este blog que nació porque tenía cosas que compartir y no sabía donde hacerlo, haya cumplido UN AÑO hoy, 18 de diciembre del 2008. Un año de óperas, de conciertos, de Velvet Underground, de idas y venidas al Palau de les Arts, de cabreos con Helga, de Tom Waits en directo, de seguir hablando con algunos de vosotros de lo que más nos gusta, de empezar a hablar con otros a quienes no conocía y a quienes ha sido un placer conocer... En fin, gracias por seguir ahí, por aguantar los rollos que os suelto y por animarme a que los siga soltando. Y para daros las gracias como os merecéis, Montserrat Caballé nos va a cantar Nehmt meinen Dank (Aceptad mi agradecimiento), de W. A. Mozart.


Vídeo de Onegin65

¿Os preguntáis qué tiene que ver la imagen con el texto? Pues está claro, son Las Gracias.

martes, 16 de diciembre de 2008

Vainement, ma bien-aimée


La semana pasada escuché por casualidad el aria Vainement, ma bien-aimée en la voz de Alfredo Kraus y no pude quitármela de la cabeza durante varios días. Os traigo hoy cuatro versiones, a ver si a vosotros os pasa lo mismo.

Le Roi d'Ys, la ópera de Édouard Lalo a la que pertenece el aria, narra la historia de amor entre Rozenn, hija del rey de la ciudad de Ys (una ciudad que, según el folklore bretón, fue tragada por las aguas) y Mylio, general de las tropas reales. Como en todas las óperas, hay alguien que se opone a su amor, en este caso se trata de Margared, hermana de Rozenn, también enamorada de Mylio. En la noche previa a su boda con Rozenn, y ante la imposibilidad de verla antes de la ceremonia, Mylio canta esta bonita aubade:

Puisqu'on ne peut fléchir ces jalouses gardiennes,
Ah! laissez­moi
Conter mes peines
Et mon émoi.

Vainement, ma bien­aimée!
On croit me désespérer;
Près de ta porte fermée
Je veux encore demeurer.
Les soleils pourront s'étendre.
Les nuits remplacer les jours.
Sans t'accuser et sans me plaindre
Là, je resterai toujours.
Je le sais, ton âme est douce,
Et l'heure bientôt viendra
Où la main qui me repousse
Vers la meinne se tendra.
Ne sois pas trop tardive
A te laisser attendrir,
Si Rozeen bientôt n'arrive,
Je vaix, hélas! mourir.

En el aria hay un par de ataques al agudo que se deben dar, según la tradición del canto francés, haciendo uso de la voz mixta, en la que se integra el registro de pecho con el de cabeza. Es éste un recurso que se ha ido perdiendo y que muchos aficionados consideran hoy poco menos que una trampa, cuando realmente es una técnica tan válida como cualquier otra, difícil de dominar (su mal uso resulta horrísono) y totalmente adecuada en este repertorio.

Precisamente por la belleza que consigue usando esta técnica, por su dicción francesa y por su delicadeza mi versión preferida es la de Henri Legay, un tenor al que se suele criticar en exceso por su rendimiento como Des Grieux en la famosa Manon de Monteux con Victoria de los Ángeles, pero que era capaz de cantar así de bien.


Vídeo de castodivo

Un auténtico maestro en el uso de la voz mixta fue Beniamino Gigli, cuyos agudos resultan más homogéneos que los de Legay. Sin embargo, el fraseo y la dicción francesa son mucho más naturales en la versión anterior.


Vídeo de reduxmusic

En la misma línea de Gigli, tenemos a un tenor que se encuentra mucho más a gusto en el repertorio francés como es Alain Vanzo, experto en el uso del falsettone, quien ataca el primer agudo de forma más agresiva mientras que en el segundo muestra una suavidad extraordinaria.



Alfredo Kraus, en cambio, opta por atacar los agudos a plena voz, como era su costumbre, haciendo uso de un portamento colocado con gran musicalidad pero más acorde con el estilo italiano que con el francés.


Vídeo de emiliobcn50

domingo, 14 de diciembre de 2008

Espectacular Iphigénie en Tauride


Qué gusto da ir a la ópera cuando todo encaja: los cantantes, el coro, la orquesta, la puesta en escena... Eso es lo que pasó ayer en el Palau de les Arts con Iphigénie en Tauride, una injústamente olvidada obra de Christoph Willibald Gluck que tiene una gran importancia en la historia de la ópera por suponer el cierre de su reforma, lo que se nota en la brevedad de los recitativos, siempre acompañados, la práctica desaparición de escenas de baile y la integración de todos los números en la trama argumental, algo que rompe con la ópera barroca y supone un cambio fundamental que afectó a todos los compositores que sucedieron a Gluck.

Hubo ayer dos cambios fundamentales respecto a lo que llevamos de temporada: la presencia de Patrick Fournillier en el podio y el Cor de Cambra Amalthea en sustitución del habitual Cor de la Generalitat Valenciana. Founillier mimó a los cantantes y supo manejar a la orquesta, que respondió de forma excelente, exhibiendo una amplia gama de dinámicas y un gusto por los tempi rápidos, siempre dentro de la corrección. Una gran labor la suya.

El Cor de Cambra Amalthea estuvo también muy bien, quizá sin la rotundidad a la que nos tiene acostumbrados nuestro coro titular, pero lo cierto es que no se puede encontrar pegas en su actuación. Especialmente destacable me pareció el coro de sacerdotisas del primer acto.

Entre los solistas, hay que destacar a Violeta Urmana como Iphigénie. Sobrada de voz, pero a la vez capaz de controlarla y no caer nunca en excesos dramáticos que no tienen cabida en esta ópera, supo cantar Ô malheurese Iphigénie con todo el lirismo que se requiere pero sin dejar caer en ningún momento el pulso dramático. Además, su actuación sobre las tablas fue muy convincente, sobre todo en el primer acto cuando lidera a las sacerdotisas en sus plegarias. Un auténtico lujo poder ver a una cantante de este nivel, no puedo dejar de lamentar no haber podido asisitir a ninguna de las funciones de Parsifal en las que cantó el papel de Kundry.


También muy bien, aunque sin llegar al nivel de excelencia de Urmana, estuvieron los tenores Plácido Domingo e Ismael Jordi como Oreste y Pylade. Domingo no cantó la versión para barítono de la obra, sino la versión vienesa que el propio Gluck arregló para ser interpretada por un tenor. Hizo bien, pues en sus incursiones en papeles baritonales ha dejado claro que es un tenor y no un barítono. Con graves, sí; con tinte baritonal, de acuerdo, pero tenor al fin y al cabo. No hace falta decir que su voz exhibe una salud infrecuente en cantantes de su edad, probablemente ni él mismo sepa por qué, pero mientras la tenga podremos disfrutarla. Tampoco vamos a exagerar y a decir que su voz parece la de un treintañero porque no es así, la simple comparación con la voz de Ismael Jordi en los dúos lo dejaba claro, pero sí es cierto que su voz no se corresponde en ningún momento con su edad real y que otros cantantes más jóvenes dan muestras de un deterioro vocal que en la voz de Domingo no es posible hallar. Interpretativamente Domingo fue Domingo, porque Domingo siempre es Domingo. El problema está en que hay papeles que no se pueden interpretar siendo Domingo, como nos demostró el año pasado cuando cantó Tamerlano de Haendel. ¿Y el papel de Oreste? Pues sí, Oreste admite una interpretación "alla Domingo". Es más, le viene como un guante, pues sólo hubo un momento en el que unas agilidades se le atragantaron, el resto, con una tesitura central que es idónea para sus actuales medios, lo bordó.


Ismael Jordi mostró una voz sana, jóven y muy bien utilizada. Estilísticamente impecable, el estar junto a dos monstruos de la escena no le echó para atrás, sino todo lo contrario, se puso a su nivel y gracias a ello disfrutamos de una escena a trío en el tercer acto realmente memorable. Al final el público se lo agradeció con una ovación tan grande como las que recibieron Domingo y Urmana, lo que supongo que será toda un satisfacción para un cantante de su edad.

En el resto de papeles hubo una corrección que no desentonó con las grandes actuaciones que hemos comentado hasta ahora. Riccardo Zanellato cantó un Thoas regio y temible sin caer en excesos, Amparo Navarro una Diana imponente pese a la brevedad de su intervención y Rocío Martínez, Carmen Romeu y Ventseslav Anastasov estuvieron muy bien en sus cortísimas apariciones.

Por último, es destacable la puesta en escena de Stephen Wadsworth (en esta ocasión dirigida por Sarah Schinasi y Daniel Pelzig), que necesita de muy pocos elementos escénicos para funcionar a la perfección. El escenario está dividido en tres partes: el templo de Diana, una cámara interna del propio templo y el exterior, apenas una franja a la izquierda del escenario por la que suelen deambular dos soldados haciendo guardia. Pues bien, con esa misma escena en toda la obra y gracias a una inteligente dirección de actores y a un uso de la iluminación magistral, la acción resulta creíble y no hay nada que nos distraiga la atención. Belleza y funcionalidad, no se puede pedir más, y ambas se encontraban en esta puesta en escena estrenada el año pasado en el Metropolitan de Nueva York.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Hendrix goes classical


La famosa agrupación especializada en música contemporánea Kronos Quartet interpreta dos canciones de Jimi Hendrix. Gracias a Alfredo, cuya entrada sobre Hendrix en su blog ha sido el origen de esta.

PURPLE HAZE

Vídeo de AlanHawk

FOXY LADY

Vídeo de scmm42

Por si alguien no conoce las originales, o quiere tenerlas a mano para comparar, aquí dejo un par de interpretaciones en directo del propio Jimi Hendrix.

PURPLE HAZE

Vídeo de Oomlet

FOXY LADY

Vídeo de fishesvideo

martes, 9 de diciembre de 2008

Don Carlos, Don Carlo y Dom Karlos


De regreso tras unos días de asueto en los que he conseguido quitarme a Monteverdi de la cabeza (y dejar hueco para Gluck, al que voy a empezar a escuchar de forma intensiva esta misma tarde), me encuentro con que muchos habéis comentado el Don Carlo con el que se inauguró la temporada milanesa. Yo vivo en mi mundo y la verdad es que ni me acordaba de que tal acontecimiento iba a tener lugar estos días ni de cuál era la ópera elegida para la inauguración, y eso que la semana pasada leí varios artículos en prensa a raiz del tradicional amago de huelga en la Scala donde se mencionaba el título. El caso es que el día 6 de diciembre, previa de San Ambrosio, mientras Filianotti montaba en cólera y Salminen anunciaba que cancelaba su participación, yo estaba pensando en Don Carlo por otros motivos. Y es que estaba ni más ni menos que en el palacio de El Escorial, donde, siempre según Verdi, el infante don Carlos y el marqués de Posa cantan uno de las más brillantes melodías que jamás salieron de su pluma. Vamos a escucharla en tres versiones, cada una en un idioma. Empezamos con Roberto Alagna y Thomas Hampson cantando la versión francesa, tal y como se estrenó la obra en París en 1867.


Vídeo de palameida

Seguimos con la versión italiana a cargo de Josep Carreras y Piero Cappuccilli.


Vídeo de gtelloz

Y acabamos con James King y Dietrich Fischer Dieskau, ahí es nada, cantando una traducción al alemán.


Vídeo de Gabba02

sábado, 6 de diciembre de 2008

Regalo monteverdiano


En estos momentos estoy de vacaciones y, si no he metido la pata programando la aparición de esta entrada, cuando aparezca en el blog yo estaré fuera de casa y pensando en vaya usted a saber qué. Pero cuando escribí esta entrada, en pleno furor monteverdiano, lo que tenía en la cabeza era la música del de Crémona, así que ése será el tema de la entrada.

He buscado en mi disco duro a ver qué tenía de Monteverdi y sólo he encontrado una carpeta, dado que toda su música la tengo en CD o DVD. Ni me acordaba de esta carpeta, y al verla he pensado que podría ser un regalo para vosotros. Regalo envenenado, pensaréis algunos. Yo, al menos, lo habría pensado, jejeje. La verdad es que tengo miedo de que los lectores habituales del blog se dividan entre los que no escucharían esto ni hartos de vino y los que ya lo han escuchado, por lo que el regalo caería en saco roto. Pero como puede que los primeros decidan probar a ver qué tal y los segundos no conozcan esta grabación (aunque lo dudo, dado su afán recopilatorio), yo os dejo el enlace y que sea lo que Dios quiera.

Bueno, ya está bien de misterios, desvelemos el contenido del regalo: Il Combattimento di Tancredi e Clorinda, con Rolando Villazón, Kerstin Avemo y Topi Lehtipuu como solistas, Le Concert d'Astrée y su directora Emmanuelle Haïm; grabación del vivo procedente de la ópera de Lille, 16 de noviembre del 2005. No recuerdo de donde lo saqué, pero quien lo subió originalmente lo hizo con unas carátulas muy bonitas que incluyo en la descarga. Junto al ya citado Combattimento, se incluye el madrigal Tempro la cetra y Vi ricorda o boschi ombrosi, del Orfeo. Para descargarlo, pinchar AQUÍ.

Que lo disfrutéis y hasta dentro de unos días.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Orfeo camerístico: prima la musica


La Capella de Ministrers nos dejó ayer un Orfeo deliciosamente camerístico, excelente en su parte instrumental y menos en la vocal, pero ampliamente disfrutable en su conjunto.

El auditorio de Castellón estaba medio lleno, o medio vacío, como queráis. Normal, lo estuvo en el excelente Giulio Cesare de Jacobs la temporada pasada, cómo no lo iba a estar ayer, entre semana y con un cartel menos atractivo. No me extraña, la ópera es algo minoritario y Monteverdi es minoritario dentro de la ópera, pero luego el Teatro Principal se llena con cualquier producción de calidad muy menor (no quiero ni recordar aquel Barbiere terrorífico de hace unos años) y uno se hace cruces.

Ya puestos, voy a acabar de desahogarme. ¿Cómo puede ser que los nombres de los cantantes no se hiciesen públicos? Ni la web de la gestora Castelló Cultural, ni la de Servientrada daban ninguna información sobre ellos. La única forma de hacerse una idea era consultando la página de la Capella de Ministrers, donde los nombres que aparecen tampoco se corresponden en su totalidad con la realidad. Yo fui convencido de que iba a escuchar a Josep Miquel Ramon y resulta que ni estaba ni se le esperaba. Lo peor es que cuando han venido cantantes de renombre internacional (Kobie van Rensburg, Sandrine Piau, Philippe Jaroussky, Nathalie Stutzmann...) ha pasado lo mismo, nos hemos enterado siempre por terceros. Me parece una falta de respeto hacia el espectador muy grande, no sé si es que piensan que al público de abono tanto le da un cantante que otro o qué. Me choca especialmente de una institución que se ha caracterizado siempre por una oferta musical excelente para una ciudad como Castellón. No sé, preocuparse en traer grandes músicos y luego no hacer públicos sus nombres me parece que no tiene demasiado sentido.

Cumplida ya mi labor como pitufo gruñón, volvamos a lo estrictamente musical. La obra se ofreció, lógicamente tratándose del recinto que se trata, en versión concierto. Nunca es preferible a la representación en teatro, pero en este caso concreto, con una formación de instrumentos originales, fue una delicia poder ver a los intérpretes en primer plano y centrarse en sus movimientos y en sus instrumentos mientras los cantantes, todos muy discretos (con la notable excepción del bajo Daniele Carnovich en los papeles de Caronte y Plutone) deambulaban por la tarima posterior.

Comparando esta versión con las de Savall, Harnoncourt, Marcon o Jacobs que repasábamos días atrás, llama la atención los pocos medios con los que Carles Magraner y su formación, la Capella de Ministrers, se enfrentan a la obra. Sólo dos violines, por ejemplo. Lejos de restar empaque al conjunto, tal parquedad permite reconocer el sonido de todos y cada uno de los instrumentos, incluso de aquellos que suelen quedar tapados por la masa orquestal como la tiorba o el chitarrone. El resultado es una versión de una delicadeza camerística donde el oído se deleita con los múltiples adornos con los que los instrumentistas embellecen el discurso musical. Los cantantes (citaremos a Mario Cecchetti como Orfeo, Elisa Franzetti como Euridice / Musica y Jennifer Lane como Messagiera / Speranza, además del ya mencionado Carnovich) quedaron en un segundo plano, y es una lástima porque el gran avance de Monteverdi y sus contemporáneos fue colocar prima la parola. Ayer escuchamos prima la musica, poi le parole.

Os dejo con un vídeo en el que podemos ver fragmentos de un Orfeo con Magraner, la Capella de Ministrers y un reparto muy parecido al de ayer:


Vídeo de SandraLCN

martes, 2 de diciembre de 2008

Orfeo de Monteverdi - Así empezó todo


Ya sé que la ópera no empezó con el Orfeo de Claudio Monteverdi, pero aunque no fue la primera ópera que se compuso, sí fue la primera obra maestra, la primera que llevó el concepto de "ópera" un paso más allá del simple teatro cantado. Mañana en el auditorio de Castellón tendremos ocasión de asistir a una representación en concierto con la Capella de Ministrers y Carles Magraner, así que vamos a ir abriendo boca con una selección de vídeos:

Empezamos con la toccata interpretada por Le Concert des Nations y la Capella Reial de Catalunya bajo la dirección de Jordi Savall. Su famosísima entrada atravesando la platea del Liceu es algo que vale la pena ver. La preciosista producción de Gilbert Deflo también es destacable. Luego viene el precio que hay que pagar por algo así: Montserrat Figueras, señora de Savall, cantando el ritornello Dal mio Permesso amato.



Vídeo de Bacholoji

De la misma función (Liceu, 2002), escuchamos a Furio Zanassi y Arianna Savall (todo queda en casa, por si no había quedado claro) cantando Rosa del ciel.


Vídeo de Tannhauser08

Cambiamos de producción y nos vamos al Teatro Ponchielli de Cremona, donde en mayo del pasado 2007 se representó un Orfeo dirigido por Andrea Marcon con Vittorio Prato en el papel principal. Le escucharemos cantando Vi ricorda o bosch'ombrosi.


Vídeo de lordsir84

Escuchamos ahora O tu ch'innanzi morte con Mario Luperi en el papel de Caronte. Mario Luperi es, como se puede comprobar, un auténtico bajo profundo. Lo podemos encontrar también en el papel de Sparafucile en el famoso Rigoletto de la Arena de Verona con Nucci, Machado y Mula.


Vídeo de BariTenoreDram

Continuamos con el cuarto acto prácticamente completo en una producción histórica y espectacular, la de Jean Pierre Ponnelle, dirigida por Nikolaus Harnoncourt, disponible en DVD. Como nota curiosa, en el papel de Spirto I (el esqueleto que aparece en el minuto 0:45) tenemos a quien posteriormente sería un gran tenor mozartiano: Francisco Araiza.


Vídeo de ruizdechavez

Y para acabar con la entrada y con la obra, Simon Keenlyside como Orfeo y Mauro Utzeri como Apollo bajo la dirección de René Jacobs (La Monnaie, 1998).


Vídeo de Votregali

domingo, 30 de noviembre de 2008

Anna Netrebko canta D'Oreste, d'Ajace (Idomeneo)

Hace tiempo que quiero traer este vídeo por aquí, pero siempre que tenía ocasión de hacerlo me encontraba que Anna Netrebko aparecía en otros blogs y me lo guardaba para más adelante tratando de evitar la saturación. Ahora parece que, tras el lanzamiento de su último disco y su anuncio de que podría instalarse en España para criar a su hijo (al que ha puesto un nombre digno de la mismísima Sarah Palin: Tiago Arua se llama la criatura), llevamos unos días sin noticias suyas y es el momento idóneo para recordar una magnífica actuación en el Festival de Salzburgo del 2006 cantando la difícil aria D'Oreste, d'Ajace de la ópera Idomeneo de Mozart. Dirige la orquesta Daniel Harding, quien pudo haber sido el futuro director musical del Teatro Real de haber triunfado la opción Lissner.


Vídeo de mwwway

viernes, 28 de noviembre de 2008

Callas y Gigli en directo: San Remo 1954


Si quisiésemos elegir al mejor tenor y la mejor soprano de la historia de la fonografía (algo imposible, debido a la subjetividad de los criterios, pero habitual en revistas y foros operísticos), muchos darían su voto a Beniamino Gigli y Maria Callas. No sé si serán los mejores o no, pero ciertamente ninguna lista sería creíble si no los incluyera en las primeras posiciones.

Beniamino Gigli y Maria Callas representan dos épocas diferentes del canto italiano, separadas por la II Guerra Mundial. Gigli fue un continuador del estilo de Enrico Caruso, mientras que Callas representó una revolución en lo interpretativo que cambió el modo de entender la ópera de las generaciones que la siguieron. Hubo, sin embargo, un punto de encuentro entre esos dos grandes artistas, un concierto conjunto que tuvo lugar en San Remo el 27 de diciembre de 1954. Cierto es que para aquel entonces Gigli ya no estaba en su mejor momento, recordemos que había debutado en 1914 y llevaba ya 40 años de carrera a sus espaldas, además de tener una salud muy deteriorada. Este fue, de hecho, su último concierto en Italia, poco antes de su retiro definitivo tras una gira internacional. Aún así sus prestaciones son excelentes, pero la edad no perdona y no resiste la comparación con sus propias grabaciones anteriores. Callas, en cambio, está en gran forma y aborda sin problemas las agilidades de las arias escogidas. El programa del concierto fue el siguiente:

01 Meyerbeer - L'Africana - O Paradiso (Gigli)
02 Mozart - Il Ratto Dal Serraglio - Tutte le torture (Callas)
03 Massenet - Werther - Ah! Non mi ridestar (Gigli)
04 Meyerbeer - Dinorah - Ahime! che notte oscura.. Ombra leggiera (Callas)
05 Cilea - L'Arlesiana - E la solita storia (Gigli)
06 Charpentier - Louise - Depuis le jour (Callas)
07 Giodano - Andrea Chenier - Un di all' azzurro spazio (Gigli)
08 Rossini - Arminda - D' amore al dolce impero (Callas)


Escuchando el concierto uno se pregunta por qué no cantaron a dúo, perdiendo una oportunidad única para escuchar a estos dos gigantes uniendo sus voces. Al parecer, los organizadores del concierto intentaron que lo hiciesen, ofreciéndoles las partituras de los dúos de Cavalleria Rusticana, Tosca y Andrea Chénier, pero Gigli se negó en redondo. Por una parte, era consciente de que sus estilos eran divergentes y nada bueno podía salir de su unión. Por otra parte, según se comenta, estaba molesto por unas declaraciones de Callas a la prensa en las que criticaba su estilo. Testigos del concierto afirman que hubo cordialidad entre ellos, besos, abrazos y una cena conjunta al acabar, como se ve en la foto, pero no hubo dúos.

El concierto no deja de ser algo anecdótico en las carreras de ambos, que nos han dejado muchos documentos sonoros de mejor calidad, pero ningún aficionado dejará de sentirse atraído por estos dos nombres, así que vamos a saciar nuestra curiosidad con un par de fragmentos. Empezaremos con el aria con la que Gigli abría la velada, O Paradiso, de L'Africana de Meyerbeer.

Pincha aquí para escuchar 'O Paradiso - Gigli-1954'

A continuación, una aproximación de Maria Callas al repertorio francés, Depuis le jour, de la ópera Louise de Charpentier.


Vídeo de DaveDeCathay

Podéis descargaros el concierto entero en el blog SIC TRANSIT OPERA MUNDI.


martes, 25 de noviembre de 2008

Ah! Lève-toi, soleil!


La semana pasada, tras escuchar el aria Ah! Lève-toi, soleil!, de la ópera Roméo et Juliette de Gounod como uno de los bises en el concierto de Juan Diego Flórez, comentaba con algunos asistentes la posible idoneidad de voces más líricas para esta pieza. Vamos a escuchar las versiones de cuatro tenores diferentes, todos ellos jóvenes y en activo, y así que cada cual decida qué tipo de voz le gusta más.

L'amour! l'amour!
Qui, son ardeur a troublé tout mon être

Mais quelle soudaine clarté
Resplendit à cette fenêtre?
C'est là que dans la nuit rayonne sa beauté!

Ah! lève-toi, soleil! Fais pâlir les étoiles
Qui, dans l'azur sans voiles,
Brillent au firmament,
Ah! léve-toi! parais! parais!
Astre pur et charmant!
Elle rêve! elle dénoue
Une boucle de cheveux
Qui vient caresser sa joue.
Amour! Amour! porte-lui mes vœux!
Elle parle! Quelle est belle!
Ah! Je n'ai nien entendu!
Mais ses yeux parlent pour elle,
Et mon cœur a répondu!
Ah! léve-toi, soleil! Fais pâlir les étoiles, etc.

...Viens! parais!


JUAN DIEGO FLÓREZ

Vídeo de ClassicalRelated

ROBERTO ALAGNA

Vídeo de Alice Bathory00

MARCELO ÁLVAREZ

Vídeo de marcelissimo

ROLANDO VILLAZÓN

Vídeo de coloraturafan


lunes, 24 de noviembre de 2008

Marcelo Álvarez salva la Luisa Miller de Les Arts


A priori parecía que en esta Luisa Miller iba a haber más cosas positivas que negativas. Tenía mis dudas sobre la idoneidad de Alexia Voulgaridou para el papel principal, como ya manifesté, pero creía que iba a estar bien acompañada por un buen barítono y un buen bajo, además del cantante estrella, en este caso el tenor Marcelo Álvarez. Sin embargo, empezó el primer acto y mi gozo en un pozo.

George Gagnidze (Miller) y Orlin Anastassov (Walter), ambos poseedores de voces de gran tamaño pero de canto monolítico y poco expresivo, cantaron sus arias del primer acto de forma deficiente, sobre todo el bajo. Anastassov mejoró algo en el segundo acto, y Gagnidze lo hizo en el tercero, pero aún así ninguno me causó la misma buena impresión que recordaba de sus anteriores visitas al palau. Completó las voces graves otro cantante de las mismas características que los anteriores, Rafal Siwek, con un Wurm que evitaba lo caricaturesco pero al que le faltaba algo de chispa.

Si los cantantes que hemos mencionado no destacaron pero tampoco molestaron demasiado, no puedo decir lo mismo de Alexia Voulgaridou. Su voz es verdiana por timbre y por volumen, pero sólo con eso no basta. Falló en la coloratura del primer acto, adelgazando la voz de forma extraña hasta hacerla inaudible en algunas notas. Falló en el fraseo, haciendo pausas donde debería haber frases ligadas y olvidándose por completo de cualquier recurso expresivo. Falló también en los momentos dramáticos, llegando a rascar un agudo que no debería haberle supuesto ningún problema al intentar darle a su voz un tono desgarrado. Y en los momentos en los que no falló en nada de lo anterior, no supo salir de una gris monotonía, quizá exceptuando el tercer acto en el que el huracán Álvarez pareció arrastrala y le contagió algo de vida, paradójicamente en el momento de su muerte.

Pero no todo fue negativo. Maria José Montiel estuvo muy bien en el corto papel de Federica, la orquesta y el coro tan bien como suelen estar (excepto en un par de descoordinaciones en el primer acto, supongo que debido al hecho de que no era Maazel quien dirigía, sino Kynan Johns, aunque es Maazel quien ha dirigido los ensayos y las primeras tres funciones) y, sobre todo, Marcelo Álvarez ha estado fantástico. Una voz grande y sana, con un timbre agradable, un canto seguro y lleno de matices, con un uso de los reguladores y un ataque con golpes de glotis en los momentos más dramáticos que recuerda a los grandes cantantes del pasado, como hemos venido comentando estos días. La diferencia de nivel entre Álvarez y el resto del reparto era abismal. Creo que ningún cantante de los que han pasado por Les Arts ha sido tan aplaudido al acabar un aria como Marcelo Álvarez tras bordar Quando le sere al placido. Un pedazo de tenor.


La puesta en escena de Lamberto Puggelli, procedente del Teatro Massimo di Palermo, está basada en cuadros de autores flamencos. Luisa Miller aparece vestida como "La joven de la perla" de Vermeer y el conde Walter como uno de los personajes de "La ronda de noche" de Rembrandt. En el escenario se proyectan diversos cuadros que cambian dependiendo de lo dramático del momento o de los personajes en escena. La verdad es que estéticamente la cosa funciona, pero no me explico cuál será la relación entre Luisa Miller y la pintura flamenca. Claro, que uno ve en el programa de mano la portada del DVD de la Luisa Miller del Met con Plácido Domingo y Renata Scotto vestidos de jovencitos tiroleses y se queda con los cuadros de Vermeer y Rembrandt. Otra cosa que no me explico es por qué en algunos momentos aparecen unos dobles de los personajes que repiten lo que estos hacen en otro plano pero sin aportar nada a la narración.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Jussi Björling canta la cavatina de Vladimir

Representación de El Príncipe Igor en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo

Recientemente leíamos en una entrevista a Helga Schmidt (comentada por maac en su blog) que no quería aburrir al público del Palau de les Arts con óperas pesadas como El príncipe Igor de Borodin. A mí se me rompió una fibrita cuando leí eso. No es que tuviese muchas esperanzas de que tal ópera se fuese a representar en Valencia, pero ahora ya no me queda ninguna. Y es una lástima, porque habiendo anunciado que Gergiev colaborará con el Palau en el futuro, la ocasión para acercar el repertorio decimonónico ruso en toda su espectacularidad al público valenciano es inmejorable.

Nos perderemos las famosas danzas polovtsianas y varios números memorables, como esta cavatina de Vladimir que escucharemos (en sueco) en la voz de Jussi Björling.


Vídeo de macciboma

viernes, 21 de noviembre de 2008

Leonard Cohen: The Captain


Ya sabéis lo mucho que me gusta Leonard Cohen. No hace mucho que apareció por aquí, pero hoy he vuelto a escuchar una canción de la que ya casi ni me acordaba y que en su día era una de mis favoritas y no me he podido resistir a compartirla. Estoy hablando de The Captain, incluida en el impresindible álbum Various Positions. Musicalmente no es nada del otro jueves, pero la letra es una maravilla.


Vídeo de JacquesBrel11

"The Captain"

Now the Captain called me to his bed
He fumbled for my hand
"Take these silver bars," he said
"I'm giving you command."
"Command of what, there's no one here
There's only you and me --
All the rest are dead or in retreat
Or with the enemy."

"Complain, complain, that's all you've done
Ever since we lost
If it's not the Crucifixion
Then it's the Holocaust."
"May Christ have mercy on your soul
For making such a joke
Amid these hearts that burn like coal
And the flesh that rose like smoke."

"I know that you have suffered, lad,
But suffer this awhile:
Whatever makes a soldier sad
Will make a killer smile."
"I'm leaving, Captain, I must go
There's blood upon your hand
But tell me, Captain, if you know
Of a decent place to stand."

"There is no decent place to stand
In a massacre;
But if a woman take your hand
Go and stand with her."
"I left a wife in Tennessee
And a baby in Saigon --
I risked my life, but not to hear
Some country-western song."

"Ah but if you cannot raise your love
To a very high degree,
Then you're just the man I've been thinking of --
So come and stand with me."
"Your standing days are done," I cried,
"You'll rally me no more.
I don't even know what side
We fought on, or what for."

"I'm on the side that's always lost
Against the side of Heaven
I'm on the side of Snake-eyes tossed
Against the side of Seven.
And I've read the Bill of Human Rights
And some of it was true
But there wasn't any burden left
So I'm laying it on you."

Now the Captain he was dying
But the Captain wasn't hurt
The silver bars were in my hand
I pinned them to my shirt.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Flórez triunfa pese al auditorio


Con "standing ovation", bravos a mansalva y largos minutos de aplausos ha acabado el concierto de Juan Diego Flórez en el auditorio del Palau de les Arts. Bien está lo que bien acaba, que diría Brotons, y en eso Flórez ha sido un maestro, pues ha ido de menos a más desde una primera parte en la que no acababa de despegar hasta un final apoteósico con los tres bises elegidos.

El recital empezó con la Orquestra de la Comunitat Valenciana interpretando la Sinfonia de I Capuletti e i Montecchi, dirigidos por Christopher Franklin. Desde el primer momento quedó claro que con este director la orquesta no iba a rendir como con su director titular. La cuerda sigue siendo algo fuera de serie, el sonido sigue siendo tan brillante como siempre, pero faltaba esa fuerza a la que nos hemos malacostumbrado. Esto fue una pega en las sinfonías que interpretaron entre aria y aria (además de la ya citada tocaron las de Il turco in Italia, Guillaume Tell, La favorite y La figlia del regimento), pero en cuanto Flórez salió al escenario y empezó a cantar È serbato a questo acciaro, quedó claro por qué Christopher Franklin ha sido el elegido para acompañarle en esta gira. Y es que supo frenar en todo momento a la orquesta, impidiendo que tapasen al tenor y sirviéndole siempre el tempo adecuado para que pudiese lucirse en todas sus arias.

Sobre Juan Diego Flórez se ha dicho tanto que sería absurdo por mi parte extenderme en su descripción. Sólo diré que se vió perjudicado por el tamaño y la acústica del auditorio, sobre todo en la primera parte del recital. È serbato a questo acciaro, que Franklin dirigió con un tempo muy pausado, no dejó de ser un ejercicio de estilo resuelto correctamente, con clase pero sin vida. La voz aún estaba fría y no acababa de llegar al fondo de la sala. Yo ya sabía que la voz de Flórez era pequeña, pero la verdad es que no me la esperaba así, había que hacer un esfuerzo para escucharla. Algo parecido pasó con su segunda aria, Tu seconda il mio disegno. Llegaba la prueba de fuego con el aria y la cabaletta de Arnold de Guillaume Tell y la cosa se ponía interesante. ¿Podría cantarlas de forma correcta, a pesar de ser el de Arnold un papel más adecuado para voces de más empaque? Pues bien, la respuesta es que sí, que puede cantarlas y muy bien siempre que se den las condiciones idóneas, es decir, siempre que no haya un coro que le tape y que el director esté dispuesto a sujetar las riendas de la orquesta como lo hizo Franklin para que la voz del peruano pueda brillar. Su asile héréditaire fue impecable y su voz corría mejor que antes, no sé si porque se había calentado o porque la había estado reservando, o puede que por ambas cosas, pero tanto sus agudos como su zona media fueron claramente audibles en todo momento, no tanto sus graves aunque se defendió como pudo.

Tras la pausa, la serenata de El guitarrico y las granaínas de Emigrantes, ambas cantadas con estilo y buen gusto. Tras este calentamiento, La maîtresse du roi, donde volvió a lucir sus dotes fraseadoras y su legato y Amici miei, che allegro giorno!, en italiano, no sé por qué, para contentar a los amantes de los does. En esta segunda parte estuvo mejor que en la primera, pero aún quedaban los bises para poder lucirse, y bien que supo aprovecharlos.

Para empezar, Una furtiva lacrima, con las variaciones que ya conocíamos de su disco Bel Canto Spectacular, que si no me falla la memoria son las mismas que hace Alagna en el famoso DVD con su señora. Muy bien cantada, sí señor. Le sigue Ah, lève-toi, soleil, que para mi gusto necesita de una voz más lírica pero que aún así canta estupendamente. Y finalmente, La donna é mobile, en lo que será lo más parecido a verle como Duca que vamos a tener este año por estos lares. En los tres bises estuvo espectacular, su voz se proyectaba cada vez mejor y él parecía estar cada vez más a gusto en el escenario, algo que el público agradeció con su aclamación.

Al final, mi conclusión personal es que hemos podido escuchar a un gran tenor en un concierto muy bueno, que podría haber sido memorable de haberse celebrado en un teatro más pequeño y con mejor acústica. ¿Tiene una voz pequeña? Sí, sin duda, y es un handicap, pero está bien proyectada y acaba sonando a un volumen aceptable. ¿Es frío? No, en eso sí que no estoy de acuerdo. Es elegante, contenido y con una técnica y un control del fiato fuera de serie, pero nunca frío, y ahí está su furtiva lacrima para demostrarlo. ¿Ha hecho bien cancelando el Rigoletto del Real? Para mí sí, hay muchos otros tenores que pueden cantar ese papel y con mucho más volumen. Habiendo repertorio donde es el rey indiscutible, no tiene por qué meterse en camisa de once varas, al menos no en un teatro de esas dimensiones.